La excusa fue poder poner mi camara en el casco de la bici y grabar algun paseo.
Tenía q ser en extremo liviana y resistente. Para protegerla de accidentes y que no pese en la cabeza.
Obvio que no tenía porque ser de fibra de carbono, fue una excusa para experimentar con el material.
Ni si quiera tiene mucho sentido existiendo camaras como las Gopro diseñadas especialmente para eso y bastante accesibles.
Fue una excusa.

Había una forma mas facil: tallar la pieza en espuma de poliuretano y al terminar, disolver la espuma mágicamente con acetona... Me contaron mis compañeros del Area de Volumen, ENBA.
Para la proxima, ya sé :D
Luego reforcé con una segunda capa de tela. Para reforzar, una costilla de fibras en el extremo abierto.

Luego pasando por arriba con las fibras dibujadas en azul para fijarlo por arriba.
Quedó muy fuerte esa parte, usado ese metodo.
Los anclajes en sí fueron moldeados con amoladora de mesa a partir de planchuela de aluminio.

Los elasticos son caños de silicona, no es caucho orgánico.
La caja con los anclajes pesa 66 gramos.
El conjunto completo, con la camara adentro pesa 200gr sobre el casco.
Considerando que no es una camara para ese fin, es algo usable en la practica.
Menos por el aspecto estético que dá al ciclista, funciona muy bien!

Esta fue la primera bajada que pude grabar mas o menos bien... con el detalle de que Diego pincha casi al final.
Aca trepamos, desde el quiosco que vende pastafrolas en la Rambla del Cerro hasta la Fortaleza en la cima. Demoramos 10 minutos, está a velocidad x2 para no aburrir tanto.